¿Que es?
La metodología OKR, del inglés Objectives and Key results, es el modelo de trabajo basado en la definición de un número limitado de metas, claras y medibles, y su plan de ejecución, enfocados en el crecimiento de los resultados de una empresa.
La metodología OKR busca optimizar las mecánicas de la empresa para impedir los estancamientos. Sustituye la mentalidad del “hacemos lo que podemos”, por la de “hacerlo posible”. Persigue que los objetivos de empresa y las acciones estén alineados y se adecuen a la realidad. Para ello, la clave es centrarse en la manera de mejorar los procesos de trabajo y la gestión de problemas, involucrar a todo el equipo y priorizar lo que de verdad importa.
Origen:
En el año de 1954, Peter Drucker, famoso filósofo de la administración, publicó en su libro “The Practice of Management” la teoría de la gestión conocida como MBO (Management by Objective). Drucker afirmaba que todo proceso subordinado es indispensable para identificar objetivos comunes.
En 1968, el cofundador de Intel Corp., Andy Grove, reestructuró este primer concepto con un modelo más específico basado en las metas claras que se proponía cada trabajador, al cual lo denominó OKR.
Este método no es exclusivo al ámbito empresarial. Es válido en cualquier escenario de tu día a día que quieras mejorar, desde tus aspiraciones laborales a las más personales..
Pasos para implementar una metodología OKR
- Define prioridades. No podemos abarcarlo todo. Tanto el tiempo como los recursos son limitados. Por ello, para ser productivo, es esencial poner el foco en lo más significativo. El éxito de este método reside en este elemento.
- Desarrolla objetivos y resultados clave. Estos tienen que ser claros y pocos. Hay que tener claro hacia dónde se quiere ir (objetivos) y cómo averiguar que se ha logrado lo planeado (resultados). Los primeros se definen en términos cualitativos, mientras que con los segundos son cuantitativos (métricas). Cada objetivo tiene que ser:
- Ambicioso al punto que te haga sentir un poco de incomodidad el proceso de lograrlo. Esto significa que te vas a exigir para alcanzarlo.
- Realista, para balancear con el componente de ambición,para no fustrarte por no poder llegar a la meta.
- Cuantificable en números o porcentajes. De esta forma es fácil saber hasta qué punto lograste alcanzarlo y te da un punto de partida para establecer el del siguiente periodo.
- Crea estrategias, iniciativas y planes de acción. Sin el diseño de un plan de trabajo y ejecución, no se llegará a ningún lado. Este plan no tiene que ser perfecto, pero es importante tenerlo para definir la trayectoria de los procesos de trabajo.
- Implementa los planes. Para la puesta en marcha, es importante definir un sistema de gestión teniendo en cuenta los indicadores-objetivos y la implicación de todas las personas del equipo.
- Mide, revisa, chequea, modifica. A medida que se vaya ejecutando el plan de acción y obteniendo resultados, hay que revisar su funcionamiento, adaptarse a los posibles cambios e ir mejorando los procesos.
- Aprende y retroalimenta el próximo ciclo. Por último, hay que analizar lo que ha funcionado, lo que no, aprender de los errores y tomar nota para el próximo ciclo.